Tenemos conocimiento de la realización de una serie de rituales, con motivo de la aparición de nuevos palabros (obra indiscutible del gran Lenguaja), pero sólo los iniciados tienen derecho a participar en ellos, y deben guardar el secreto bajo severo castigo (de la mano de Monopech).
A su llegada a la tierra, Monopech nombró a 13 catetos, los folólogos, que serían los encargados de realizar los rituales místicos. Uno de estos rituales, y sin duda el más importante, es el llamado Fólolo, debido al grito que estos sacerdotes catetos emiten para conseguir llegar al trance, a la máxima comunicación con Lenguaja, Monopech, o el dios que se encuentre en línes (en castellano comúnmente denominado línea) en ese momento.
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